En mi anterior post os hablé como la carrera hacia una nueva forma de combustible empezó en 2005 con la subida del precio del petróleo, la creciente dependencia de las importaciones y el agotamiento de los recursos en todo el mundo. Afortunadamente, los científicos han estado estudiando durante años la producción de combustible alternativos más “limpios”, con un menor impacto en el medio ambiente.
Estos últimos años, las algas se están convirtiendo en una de las soluciones con más aceptación para la producción de biodiesel. ¿Las mismas algas que vemos todos los verano en la playa? También os estaréis preguntando ¿cómo una materia verde viscosa puede convertirse en combustible para los coches y aviones, e incluso para los calefactores que calientan nuestros hogares? Antes de profundizar en la producción de biocombustibles de algas, veamos qué sabemos sobre las algas.
¿Todas las algas son iguales?
Si recordáis las clases de biología del instituto, sabréis que las algas son organismos fotosintéticos que, como las plantas terrestres y algunas bacterias fotosintéticas, utilizan la energía del sol para crear materia orgánica a partir del CO2 atmosférico y del agua.
Existen más de 30.000 especies conocidas de algas, desde las microscópicas (microalgas) flotando en los estanques, hasta las gigantes que pueden llegar a alcanzar cien metros que habitan los océanos. Las microalgas son la forma más primitiva de las plantas superiores. Si bien el mecanismo de la fotosíntesis en las microalgas es similar a la de las plantas superiores, las microalgas, debido a su estructura celular sencilla, son generalmente más eficientes para convertir la energía solar en lípidos, el componente base que serán después transformado en biocombustibles.
¿Qué hace la producción de biocombustibles a partir de algas tan emocionante?
Tal y como hemos visto en mi anterior post, con el objetivo de reducir el impacto medioambiental de los biocombustibles producidos a partir de plantas terrestres, los investigadores se han centrado estos últimos años en el estudio de plantas acuáticas como las algas que no compiten con las tierras agrícolas y la producción de alimentos.

Comparación de los rendimientos medios de aceite producido a partir de algas con otras semillas oleaginosas. /oilgae.com
La parte más emocionante de la producción de biocombustibles de microalgas es el juego de números. Los fabricantes de biodiesel afirman que son capaces de producir más de 56.000 litros de aceite de algas por hectárea y año.
Bueno, ¿y qué? Pues que las microalgas son capaces de producir 30 veces la cantidad de lípidos por unidad de superficie de la tierra, en comparación con los cultivos de semillas oleaginosas terrestres. Y esto se deba a que más de la mitad de la composición de las microalgas en peso esta compuesto por lípidos.
¡Sigamos con los números!
Los expertos estiman que se necesitan cada año 140 mil millones de litros de biodiesel de algas para sustituir los productos a base de petróleo. Para alcanzar este objetivo, las empresas de biodiesel de algas sólo necesitarán unos 95 millones de hectáreas de tierra para construir plantas de biodiesel, en comparación con los miles de millones de acres de otros productos de biodiesel, tales como la palma o el maíz.
Evidentemente, los rendimientos dependerán principalmente del tipo de algas que se utiliza, de la forma en que el alga se cultiva y del método de extracción de petróleo utilizado. Pero parece que las microalgas se han convertido en “La” promesa para producir combustibles económicamente viables y ambientalmente beneficiosos.
¿Qué son las microalgas?
Los biólogos han clasificado las microalgas en diferentes grupos que se distinguen principalmente por su pigmentación, ciclo de vida y su estructura celular. La pregunta clave que todos tenéis en mente es: ¿cuál es la mejor especie de microalgas para la producción de biocombustibles?
Según las últimas investigaciones, las mejores cepas son las algas verdes Chlorophyceae. Las algas verdes son los progenitores evolutivos de las plantas modernas y son además muy abundantes en agua dulce (¡cualquier persona que posee una piscina es más que familiarizado con esta clase de algas!). El compuesto orgánico de almacenamiento principal para las algas verdes es el almidón, aunque los aceites también pueden ser producidos bajo ciertas condiciones, y tienen muy altas tasas de crecimiento a 30°C por eso se suele cultivar las algas en zonas calientes y soleadas con España.
Las diatomeas (Bacillariophyceae) son también buenos candidatos, pero el factor limitante es la necesidad de silicio para su crecimiento y producción de lípidos, mientras que las algas verdes solo requieren nitrógeno para crecer. Estas algas componen el fitoplancton de los océanos, pero también se encuentran en el agua dulce y el agua salobre (agua que tiene más sales disueltas que el agua dulce, pero menos que el agua de mar).
La extracción de biocombustibles a partir de algas puede parecer un trabajo sucio. No os preocupéis, vamos a arremangar nos y nos adentramos en la ingeniería de los biocombustibles de microalgas.
¿Cómo se produce biodiesel a partir de microalgas?
Si tenemos en cuenta que la biomasa de las microalgas contiene proteínas, carbohidratos y aceites naturales en forma de triglicéridos, se consideran tres opciones principales para la producción de combustible:
1) La producción de gas metano a través de la gasificación biológica o térmica.
2) La producción de etanol por fermentación y conversión de la fracción de carbohidratos.
3) La producción de biodiesel que se aplica exclusivamente a la fracción de aceite natural.
La producción de biodiesel a partir de microalgas es hoy en día la técnica más aceptada por parte de los profesionales.
Una vez seleccionada la cepa de microalga con los mayores rendimientos, se cultivan en grandes estanques abiertos (conocidos como raceways o Lagunas Abiertas (LA)) o en fotobiorreactores ((FBRs) tubos transparentes) (más adelante veremos cual los dos sistemas de producción es el mejor). Después de la cosecha, se puede extraer los triglicéridos de las células con diferentes métodos (centrifugación, tratamiento con disolvente, lisis térmica, etc.). La extracción más simple y más popular utiliza como disolvente el hexano. Combinado a un sistema de presa, la extracción con hexano puede extraer hasta 95% del aceite contenido en las células de microalgas.
Debido a la gran masa molecular y la estructura química de los aceites, no podemos emplear el biocombustible de microalgas tal cual, sería demasiado viscoso, con viscosidades que van desde 10 hasta 20 veces superiores a los combustibles fósiles. Por eso da muchos problemas en la combustión y la atomización en los sistemas de inyección de los motores actuales diseñado para recibir combustibles fósiles.
En la década de 1980, se introdujo un proceso llamado transesterificación en el proceso de fabricación para rebajar la viscosidad de los aceites. Químicamente, la transesterificación es la transformación de un triglicérido en un éster de alcohol (o biodiesel), en presencia de un alcohol (metanol o etanol) y un catalizador (un álcali o un ácido), obteniendo glicerina como subproducto. Después de la reacción química, se obtiene dos capas: la glicerina queda en la parte inferior y puede ser utilizada para hacer jabones por ejemplo, mientras que el biodiesel aparece en la parte superior. La mezcla se refina para eliminar el glicerol. El producto final es un biodiesel de microalgas que tiene propiedades muy similares a las del diesel de petróleo común.
El proceso de extracción de aceite de las algas es universal, pero las empresas productoras de biodiesel de algas utilizan diversos métodos para implementar los rendimientos para poder producir grandes cantidades de biodiesel.
¿Cómo producir más aceites?

Tipos de reactores para el cultivo masivo de microalgas. a) y b) FBR tubular; c) Vertical Algae Technology (VAT); d) FBR tipo placa; e) Lagunas abiertas (LA) también conocidas como “raceways”.
El método más natural de cultivo de algas para la producción de biodiesel es al aire libre en grandes estanques de crecimiento. Aunque esta técnica es la menos costosa, tiene algunos inconvenientes. El mal tiempo, al igual que la contaminación por bacterias u otros organismos externos pueden atrofiar el crecimiento de las algas. Además, para una producción óptima, se debe mantener el agua a una temperatura determinada, condición muy difícil de mantener si el estanque está abierto.
La producción vertical en fotobiorreactores ha sido desarrollado por las empresas de biocombustibles para producir algas de forma más rápida y más eficiente. Las algas se colocan en tubos transparentes para que puedan ser expuestas a la luz solar en todos los lados. Además una exposición adicional de luz artificial aumenta la tasa de productividad de las algas, que a su vez aumenta la producción de aceite. La principal ventaja de los sistemas de producción cerrados es que no están tan sujetos a la contaminaciones de organismos que han podido ser llevados en el viento.
Se emplean varias técnicas para mejorar las tasas de producción de lípidos. Por ejemplos, los investigadores identificaron incrementos dramáticos en el contenido de lípidos en condiciones de cultivos deficientes en nitrógeno. Pero la biotecnología ha demostrado una vez más ser una gran aliada de la industria. Estudios bioquímicos han demostrado que la acetil-CoA carboxilasa (ACAC), una enzima unida a la biotina, está implicadA en el control de los procesos de la acumulación de lípidos. A través de la ingeniería genética, podemos mejorar las tasas de producción en lípidos mediante el aumento de la actividad de la expresión del gen de esta enzima.
Actualmente, las empresas productoras de biodiesel están invirtiendo sus esfuerzos en mejorar la biosíntesis de lípidos. Y para ello, sin duda la biotecnología promete ser un aliado fuerte para aumentar los rendimientos de las cepas de microalgas.
¿Apostamos por el biodiesel de algas?
Todo suena perfecto, ¿no?
Un producto limpio capaz de reciclar el CO2 atmosférico responsable del efecto invernadero, con la posibilidad añadida de reutilizar las aguas residuales urbanas, con una alta productividad con rendimientos que superan de lejos los de otros biocombustibles, una producción que no compite con los suelos cultivables agrícolas, el biodiesel de microalgas parece ser la energía «perfecta» del futuro. Además, es importante recordar que se le valora positivamente por su mayor lubricidad (por lo que prolonga la vida útil de los motores), por su mejor combustión (reduciendo así el humo visible y la emisión de partículas nocivas como el dióxido de azufre SO2 en un 47% en el arranque de los vehículos en comparación con el diesel de petróleo), por alta degradabilidad y seguridad (con baja persistencia en el medioambiente y menor peligro de explosión).
Pero a pesar de la connotación idílica que suele traer a la mente el prefijo “bio”, el biodiesel de microalgas tiene algunas desventajas con los que hay que ser cautos.
Es cierto que las pruebas comerciales con el biodiesel de microalgas han sido muy prometedoras, pero como hemos visto anteriormente, la optimización del método de producción es un factor clave para poder asegurar los objetivos de producción enumerados. El contenido energético del biodiesel de microalgas es algo menor que el del diésel (entre 5% y 8%), por lo que su consumo es ligeramente mayor en los motores actuales. Además, en general el biodiesel presenta problemas de fluidez y congelamiento a bajas temperaturas (<0°C), y si es de mala calidad (con un bajo número de cetano) puede incrementar las emisiones de NOx (óxidos de nitrógeno), un compuesto altamente contaminante.
Una discusión adecuada sobre los pros y los contras de los biocombustibles requiere mucho más espacio que el que he podido albergar en este post. Pase lo que pase, la búsqueda de un mejor combustible es emocionante. En un futuro próximo, es muy probable que estaremos leyendo cada vez más sobre los éxitos emergentes del biodiesel de microalgas. Y yo pienso estar atenta a este futuro tan valioso y prometedor para poder contarlo aquí!
Para más información, os recomiendo ver este video: 300 años de combustibles fósiles en 300 segundos…
Elodie Brans.
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23 marzo, 2014 en 23:03
Reblogueó esto en Javier Armando Cáceres.
27 marzo, 2014 en 19:40
Muchas gracias por el Reblogueo Javier.
Saludos desde España 🙂
1 mayo, 2014 en 8:05
Felicitades por el post, magnífico desarrollo y muy completo. Lo voy a referir de inmediato en mi serie dedicada a los biocombustibles como página de referencia.
4 mayo, 2014 en 20:56
Muchas gracias Fernando por la difusión y por nombrar mi post en tu blog.
Me alegro mucho que te haya gustado.
¡Seguimos conectados!
8 julio, 2014 en 9:03
Muchísimas gracias Fernando. También ahora sigo tu blog en mi Feedly, muy interesante, enhorabuena!
9 noviembre, 2014 en 19:20
Hola, Elodie:
Muchas gracias por toda esta información que compartes de manera desinteresada.
A mí me viene muy bien ya que este asunto de la producción de biodiésel a partir de algas creo que es una excelente manera de fomentar el trabajo social por parte del Estado de manera que el gasto en asistencia a personas necesitadas pueda compensarse con los beneficios obtenidos de la producción de combustible.
¿Dispones de información sobre rendimientos aproximados? Me refiero, para un fotobiorreactor, los siguientes puntos:
– Necesidad de aportación de CO2 y pureza del mismo
– Necesidad de otros nutrientes… ¿Sería posible aportarlos exclusivamente a partir de los lodos de depuradoras?
– Tiempo de duración del cultivo
– Volumen de aceite obtenido en dicho biorreactor
– ¿Tienes información sobre el coste por litro de biodiésel obtenido?
– ¿Hay alguna otra cosa que crees que deberías añadir?
El asunto de la congelación del biodiésel obtenido no es muy grave problema ya que si se emplea para la generación de electricidad en centrales térmicas. en sustitución del actual diésel procedente del petroleo, las condiciones de almacenamiento se podrían controlar muy bien. Y el consumo de las mismas debe ser altísimo. No sería la mejor de las opciones, pero permitiría una producción más o menos sostenible en términos medioambientales en lo que respecta a las emisiones de CO2.
Sé que existen ya empresas en este sector, pero es demasiado amplio como para que la injerencia de pequeñas o medianas explotaciones sostenidas por el Estado les pueda suponer algún perjuicio.
Un cordial saludo y un abrazo.
Arturo
28 noviembre, 2014 en 10:16
Hola Arturo,
No te puedo ayudar en estas cuestiones tan especificas, pero sé que el centro técnico AINIA está trabajando sobre la Producción integrada de biodiésel y biogás a partir de residuos agroalimentarios. Quizás ellos puedan ayudarte.
Te dejo un enlace del proyecto.
http://www.ainia.es/web/acerca-de-ainia/experiencia/todos/-/articulos/Nzx3/content/produccion-integrada-biodiesel-y-biogas-a-partir-de-residuos-agroalimentarios:-integral-b
Un fuerte abrazo y muchas gracias por compartir tus reflexiones conmigo, me ha encantado!
28 noviembre, 2014 en 10:56
Muchas gracias por tu ayuda, Elodie.
La verdad es que el tren está pasando por delante de nuestra estación y debemos apresurarnos en tomarlo antes de que la industria privada se meta de lleno en ese sector, con lo que estaríamos más limitados porque nunca debería ser el Estado un competidor directo de una industria ya asentada.
Ahora que la creación de estas empresas públicas no suponen esa competencia, es cuando debemos hacer el esfuerzo.
Muchas gracias, repito, por tu ayuda y la claridad de tu exposición.
Arturo
28 noviembre, 2014 en 14:29
Un placer! 🙂
24 febrero, 2015 en 7:58
Demasiado interesante, tienes una tesis o algo así para consultarla?, SALUDOS :)!
24 febrero, 2015 en 18:37
Hola Yolanda, muchas gracias por leer mi blog. No he redactado una tesis sobre este tema, solo se trata de una recopilación bibliográfica… simplemente porque me gusta mucho 🙂
17 octubre, 2015 en 20:24
Hola Elodie, me ha encantado leer tu blog, me interesa mucho el tema, podrías decirme qué bibliografía has consultado? muchas gracias y un saludo 🙂
6 septiembre, 2016 en 21:14
Hola! gracias por seguirme, revisaré todas las fuentes y te las paso. Saludos!
9 marzo, 2015 en 12:40
Buenas tarde,
Primero felicitarte por el trabajo, y la claridad con la que lo explicas.
Actualmente estoy realizando una revisión bibliográfica sobre este tema, y me gustaría saber de que artículo científico has obtenido la información sobre la enzima Acetil-CoA carboxilasa.
Muchas gracias de antemano.
Un saludo
6 septiembre, 2016 en 20:59
Hola, muchas gracias por tu comentario! Voy a revisar la fuerte y te la paso. Saludos!
12 abril, 2015 en 16:32
Buenas, enhorabuena por el post. Muy interesante y útil. Tendrías una lista de fuentes, bibliografía o referencias respecto a este tema para seguir profundizando? Muchas gracias, un saludo.
6 septiembre, 2016 en 21:00
Hola Jack, gracias por leer mi blog. Voy a revisar todas las fuentes y te las paso. Saludos!
28 abril, 2015 en 9:06
Si quieres ver un nuevo sistema exponencial de producir algas te recomiendo que leas la obra literaria. El geoide y la nueva agricultura exponencial.
6 septiembre, 2016 en 21:02
Hola! gracias por tu consejo, ya me he descargado el Ebook 🙂
9 junio, 2015 en 6:46
Buenas tardes elodie, soy una chica que sigue tu blog porque al igual que a ti pues me interesa el tema de las microalgas, de hecho estoy haciendo una investigación para mi tesis que es acerca de la acumulación de lipidos de la microalga en un medio de cultivo algal. La microalga con la que estoy trabando es Nannochloropsis Oculata, pero como tu se ve que conoces este tema y la verdad yo soy nueva tengo como 6 meses con esta investigación, me surgieron varias preguntas y me gustaría que dieras tu opinión, de hecho ya te mande un mensaje en facebook que seguramente se fue a «otros»
6 septiembre, 2016 en 21:08
Hola Ana, mil gracias por seguirme, me alegro muchísimo que mis notas os sirvan 🙂 No he recibido tu solicitud e facebook, pero te mando un email en privado y hablamos si problema. Saludos!
18 octubre, 2015 en 23:19
estoy en un proyecto de producir biodiesel a partir de microalgas pero para poder determianr el mejor método quiero realizar los ensayos con aceite de cocina comercial . ¿Crees que haya mucha variación?
6 septiembre, 2016 en 21:18
Hola María, mil gracias por leerme. Te recomiendo que contactes con el centro técnico AINIA, está trabajando sobre la Producción integrada de biodiésel y seguro te podrán ayudar. Muchas suerte con tu proyecto!
http://www.ainia.es/web/acerca-de-ainia/experiencia/todos/-/articulos/Nzx3/content/produccion-integrada-biodiesel-y-biogas-a-partir-de-residuos-agroalimentarios:-integral-b
27 enero, 2016 en 2:48
Hola Elodie, me agrada que haya personas con una pasión tan interesante como ésta. Me gustaría saber si te dedicas a la investigación o es meramente un gusto personal. O mejor aún, ambas. Saludos.
6 septiembre, 2016 en 21:26
Hola Oscar, muchas gracias por tu comentario. Si te refieres a los biocombustibles, redacté este post porque me apasiona muchísimo el tema, pero me dedico profesionalmente a otro sector relacionado con el desarrollo y mejora de la expresión genética de los cultivos agrícolas. Saludos!
Pingback: Llega la fotosíntesis artificial – La Química y Más
18 abril, 2016 en 21:58
Hola Elodie, estoy haciendo un Magister en Energía y me interesa mucho el tema de algas marinas para producción de Biodiesel. Por ahora debo hacer un trabajo y encontré tu publicación. Como documento de divulgación te felicito porque fuiste harto más allá que lo que nos dan los encargado de la divulgación, periodistas normalmente. Ahora bien, ya que has hecho búsqueda bibliográfica, te quiero pedir algunos datos de documentos científicos que hayas encontrado relacionados con el tema.
Mil gracias por tu gran aporte y de antemano, gracias por tu respuesta.
6 septiembre, 2016 en 21:29
Hola Pamela, muchísimas gracias, me alegra mucho saber que te haya servido mi post. Reviso mis búsquedas bibliográficas y te las paso. Saludos y hasta pronto en otro post 😉